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El municipio de Timilpan se ubica en la porción noroeste del Estado de México; a los 19°47'05" de latitud mínima y 20°03'01" de latitud máxima; a los 99°38'22" de longitud mínima y 99°47'24" de longitud máxima.
El municipio de Timilpan tiene una superficie de 172.81 km2, que representa el 0.83% de la superficie estatal, ocupando el lugar número 43 dentro de la entidad.
Colinda al norte con los municipios de Aculco y Jilotepec; al sur con Morelos y Atlacomulco; al este con Chapa de Mota y Jilotepec; al oeste con Acambay y Atlacomulco.
El municipio se encuentra integrado por la cabecera municipal y 13 comunidades de diferente rango poblacional, reconocidas como delegaciones:
La cabecera municipal: San Andrés Timilpan.
Cuatro barrios: Hidalgo, Morelos, Iturbide y Ocampo.
Dos rancherías: El Palmito y Rincón de Bucio que fue ascendido a pueblo el 15 de mayo de 1998.
Cuatro comunidades agrarias: Agua Bendita, Cañada de Lobos, San Nicolás y Huapango.
Tres pueblos: Yondejé, Santiaguito Maxdá (dividido en seis barrios) y Zaragoza.
El área municipal se divide en dos zonas claramente delimitadas. Hacia el norte y noroeste se observa como una extensa planicie o valle que en tiempos primitivos estaba ocupada por una enorme laguna que se extendía hasta los límites con el valle de Jilotepec.
Y por el sur, una cadena montañosa que forma parte de la sierra de San Andrés Timilpan; esta pequeña sierra se prolonga por el noreste del municipio hasta la sierra de Jilotepec, por el oriente, hasta los cerros y montes de Chapa de Mota y de San Bartolo Morelos; por el sureste, hasta los cerros y montes de Atlacomulco; llegando discontinuamente hasta el cerro de Jocotitlán, con un pequeño valle donde se localizan las localidades de Yondejé y Santiaguito Maxdá.
Por el occidente se extiende hasta los cerros y montes de Acambay y por el noroeste, hasta la pequeña sierra que tiene como centro el cerro de Ñadó, situado al sureste del municipio de Aculco.
En la sierra de San Andrés existen diversos montes como: monte de Bucio, monte de Cañada de Lobos, monte de Agua Bendita, monte de Yondejé, monte de San Nicolás, La Lomita, Endatadi, La Cruz, al oeste; al sur, San Andrés, y al suroeste, el cerro de Ixcajá.
Sin duda alguna el recurso hidrológico más importante que existe en el municipio es la presa de Huapango, ya que sus aguas son usadas en el riego de extensas zonas agrícolas no sólo del municipio sino también de otros como Acambay, Aculco, Jilotepec, Soyaniquilpan y Polotitlán, al igual que de pequeñas zonas de los estados de Hidalgo y Querétaro. También son importantes las presas de San Juanico y la Huaracha, que riegan tierras del municipio.
Los recursos hidrológicos están integrados por un total de nueve ríos con corrientes intermitentes (el más representativo es el río Mante), doce manantiales, tres acueductos, cincuenta y seis bordos, las tres presas ya mencionadas.
Asimismo, existe una gran cantidad de manantiales, de los cuales destacan: Agua Bendita, Petigá, los Ocotes, Nagunda, Pozo de Embodó, el Chorrito, así como los cinco olotes de Cañada de Lobos y el vivero de Rincón de Bucio.
El clima predominante es templado subhúmedo con lluvias en verano, considerado de los más húmedos en esta categoría, ya que su precipitación total anual supera los 800 mm. de nivel de lluvia; asimismo, los vientos dominantes son de norte a sur. La temperatura media anual oscila entre los 12° a 16°C.
Tierras agricolas.
Los suelos predominantes en el municipio son:
Planosol: utilizado en la cría de ovinos, bovinos y caprinos con rendimientos moderados; en la agricultura con aprovechamiento variable debido a otros factores.
Feozem: el relieve, clima y algunas condiciones del suelo pueden determinar su utilización; puede ser empleado en agricultura de riego o de temporal, para siembra de granos, legumbres y algunas hortalizas, con altos rendimientos productivos. Además se usa en ganadería y pastoreo con buenos rendimientos.
Este recurso está integrado por una gran variedad de árboles, arbustos y plantas, los cuales se localizan en toda esa región; dentro de los árboles podemos encontrar el cedro, encino, madroño, fresno, ocote, oyamel, capulincillo, hojanche, aile, etc.
Asimismo, entre las plantas medicinales que destacan encontramos: las hierba de la paloma, hierba del sapo, lantén, lechuguilla, cordón de San Francisco, pasto grama, contrahierba, bretónoca, del pastor, mejorana del monte, simonillo, hierba del chincual, hierba blanca, hierba de la ventosidad, raíz de cabellitos, hierba del oso, ixpote, estafiate, hierba del cáncer, pulmonaria, acahual, gordolobo, caneflilla, tabaquillo, hierba del venado, flor de villeta, hierba del sopilote, piextó, manrrubio, sosa, hortiga china, girasol, té de milpa, pericón, hortiga chiquita, verbena, inahú, moradilla, doradilla, hierbamora, malva, malvavisco, trébol, espinosilla, capitaneja, rascuacha, hierba del golpe, golosa, jare, xharhalm, hierba de la golondrina, alabas, alfilerillo, hortiga lisa, lengua de vaca, hierba del tabardilla, oreja de ratón, hierba de la inflamación, hierba dulce, tlanguipepetla, Jesús chico, canaguala, miralló, mirto, borraja, manzanilla, toronjil, ruda, endivia, tumbavaquero, rosa de castilla, violeta, altamisa, hierba del gato, hierba cabezona y la hierba del pollo, siendo éstas algunas de las variedades más representativas.
Dentro de las plantas de ornato, encontramos: amapola, alelia, azucena, aretillo, arete corazón, begania, violeta, betunia, clavel, clavelilla, dalia, geranios, hortensia, heliotropo, hacinto, malvones, margaritas, nomeolvides, nardo, pensamientos, tulipán y rosas; también en la región se encuentran plantas alimenticias como es el caso de: arvejón, cebada, chayote, calabaza, chilacayote, frijol, haba, hongos, maíz y quelites; y sin olvidar las plantas forrajeras para animales, de las cuales son: avena, acahual, pasto y el trébol.
Los árboles frutales que más se encuentran son: peral, manzano, capulín, tejocote, ciruelo, durazno, chabacano y nogal.
La fauna silvestre del municipio es poco variada, destacando las especies de: conejo, liebre, zorra, zorrillo, tlacuache, ardilla, onza, ratón, hurón, tuza, tlalcoyote, coyote, tejón, cacomiztle, gato montés y armadillo.
Dentro de la fauna doméstica o animales de corral, encontramos el burro, caballo, cerdo, gallinas, gato, mula, perro, cabra, vaca, becerro, etc. siendo éstos los de cría más común, pero criados en pocas cantidades, sólo para el servicio familiar.
Las aves de tipo silvestre más comunes son: águila común, cuervo, gavilán, ganso, gallina del monte, lechuza, pitoreal, pato, paloma, pavo común, tórtola, chadejón, garzas, gallaretas, así como una gran variedad de aves cantoras.
Las variedades de peces más comunes son: trucha, mojarra, pescado blanco, carpa de Israel y charales.